miércoles, 27 de noviembre de 2013

El Espíritu Nacional

Del exterior de la fortaleza, un par de veces por semana, llega un personaje con engreimiento marcial. Su misión es instruir a los jóvenes aprendices de la vida, para que lleguen a ser dignos y valientes adultos, defensores de los valores patrios. La imaginación desbordada de Celes lo recrea como un personaje de cuento. Podía ser un ogro de dimensiones gigantes, alto como un pino, porte de lanzador de jabalina, mostacho hitleriano, movimientos estrambóticos que se hacen amenazadores cuando se va acercando con sus zancadas de tétrico emperador. Lo han reclutado para aleccionar en los valores políticos: “Formación del Espíritu Nacional”; y Celes piensa que sus enseñanzas no son más que dardos de adoctrinamiento malévolo, lanzados sobre la diana frágil de vidas vulnerables. Y él prefiere apartarlo al desván de su imaginación, donde sus enseñanzas se diluyan, como un cuento dentro del cuento. ----
La tormenta de sus devaneos deja una carga metálica sobre las sienes del loco, electricidad sin canalizar que le produce punzadas atosigantes. Siempre le ocurre. Va acostumbrándose a estas resacas que sobrelleva como una secuela asociada a sus arrebatos de chalado. Todo tiene su precio, y él tiene que pagar el suyo por haberse encaramado a la cucaña de la enajenación. Algún día, quien sabe si será más pronto que tarde, cualquier movimiento brusco puede hacerlo descender, resbalar por la superficie sebosa del poste al que se ha subido. Pero mientras ese posible incidente puede llegar, sigue dando vueltas a la noria de los principios sobre los que se sustenta la vida. “¡La inmensa mayoría de los ciudadanos están adoctrinados! ¿O alguien cree que pensamos libremente? No sé si estamos educados en “El Espíritu Nacional”, pero es difícil encontrar a alguien que funcione con impulsos originados en registros originales, los ideales se han echado a las cloacas del olvido”. Y el loco termina por ahuyentar las punzadas de su cabeza. (“Ay, loco, ¿no será que, en el fondo, te sientes protegido observando pasar el mundo desde lo alto de tu atalaya?”)

1 comentario:

  1. y la historia se repite,
    otras ideas
    otras formas de expresion
    otras formas de dispersion
    para el espiritu nacional
    el alma nacional
    la menta nacional
    la mentira tradiconal...

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