viernes, 9 de marzo de 2012
Medias verdades y elocuentes mentiras
La mayoría de los padres, y también los abuelos, consideran a sus vástagos los más bonitos del mundo o los más salados… Pero son millones y millones de padres, millones y millones de abuelos, que tienen idénticas apreciaciones sobre sus propios descendientes. Nos da esto idea de la poca objetividad con la que nos enfrentamos a la realidad y a la propia naturaleza humana; y de cómo los sentimientos son capaces de enturbiar la visión realista de la vida. ¿Qué es verdad y qué es mentira?, nos preguntamos sin hallar respuestas convincentes.
Al reparar en los heterogéneos discursos que nos lanzan políticos, analistas, pensadores, filósofos y voceros de toda índole, nos damos cuenta de que el peso de “la verdad” que anuncia cada uno, es tan poderosa como la “verdad” antagónica de su contrario. Es decir, pensamientos opuestos, en extremos que parecen irreconciliables, son verdades fidedignas vistas desde la esquina de sus respectivos argumentos. Hoy se viene manteniendo (incluso por un mismo agente) una posición y su contraria sin ningún recato.
Desde ésta, y, perspectivas similares, sería fácil afirmar que todo en el fondo es mentira. Sólo el cristal con el que miramos nos ofrece imágenes, que creemos realistas, pero que pueden variar cuando nos cambiamos de gafas. Por ello creemos sentirnos más seguros cuando nos encerramos en círculos relacionales de los que usamos las mismas “gafas”. Fuera del círculo, todos son extraños, visionan la vida desde parámetros diferentes y nos encontramos amenazados por su forma de mirar.
El riesgo de convertirnos en seguidores sumisos a ideologías, grupos políticos, adhesiones religiosas u otros tipos de grupo, es evidente. Sólo si somos capaces de contemplar la vida y cuanto acontece, con mente abierta, sin prejuicios, y con la capacidad de intercalar con frecuencia las “gafas” con las que visionamos la realidad, nos puede permitir acercarnos un poco a la objetividad que ansiamos. Porque la verdad no es de nadie. Está compartida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario