jueves, 14 de octubre de 2021

Mudanzas



La mayor parte de las prendas tienen su razón de ser para permanecer conmigo.
Sobre todo la camisa.
Me asombra la facilidad que tienen los políticos para cambiarse de ella. Como la facilidad con la que se producen las rupturas de parejas; o la soltura de tantos en deshacerse de principios supuestamente asumidos; o el afán de tirar prendas, apenas utilizadas, por otras que aparentemente deslumbran, pero que en realidad son solo reclamos para seguir esclavizando a modas y tendencias forzadas. 
Por eso en mis mudanza, casi siempre obligadas, he sentido el delirio del desprendimiento. Porque cada mudanza lleva consigo la ruptura de una parte de mi vida.

Tomo conciencia de la importancia de permanecer en la misma vivienda como elemento identitario. Mis ancestros así lo vivían. Y yo, que he andado toda la vida, de la ceca a la meca, a estas alturas de la vida, la mudanza, en sentido genérico, me supone un suplicio. Como si, un poco, me arrancaran la piel. 

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